viernes, 16 de junio de 2017

ALGUNAS TÉCNICAS DE RELAJACIÓN

Si tienes dificultades para expresarte en público, te sientes estresad@, o el nerviosismo te paraliza, dispone de algunos minutos todos los días para entrenarte en relajación y así liberar tu cuerpo de pensamientos y emociones retenidas.

Existen muchas técnicas de relajación.  Han demostrado ser eficaces y fáciles de aprender tanto si se practican recostado, sentado o de pie.  Hoy me centraré en estas dos últimas modalidades ya que permiten su utilización fuera de casa (lugar de trabajo o estudios, etc.).  Reitero que lo ideal es practicar estos ejercicios regularmente.


Relajación Sentado

Siéntate en una silla cómoda, con los dos pies apoyados en el piso y las piernas un poco separadas. Inclina ligeramente el cuerpo hacia adelante y apoya tus antebrazos en los muslos, con las manos colgando entre las piernas.  Deja que tu cabeza caiga hacia delante; la nuca distendida.  Es una posición que se toma de manera natural cuando queremos dormir sentados.

Cierra los ojos, respira tranquilamente...Toma conciencia de cómo se elevan el pecho y el vientre cuando inspiras; de su relajación cuando espiras, lenta...tranquilamente.  En algunos minutos tendrás tu mente dispuesta.  Entonces, concéntrate sucesivamente en cada uno de los músculos de la cara para distender la frente...las cejas...los párpados...los pómulos...las mejillas...la boca.  Deja caer el maxilar inferior y respira con la boca entreabierta.  Siente entrar el aire fresco hasta tus pulmones y luego salir tibio de tu boca.

Distiende los músculos del cuello...los hombros..., suspira profundamente, relaja tu espalda, las caderas, los muslos, las pantorrillas...siente cómo la relajación llega a tus pies, a los talones, a la planta de los pies, a los dedos...Cuando te sientas distendido desde la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies, trata de prolongar este momento de armonía.

Luego retoma poco a poco el contacto con tu cuerpo: siente de nuevo los dedos de los pies...las pantorrillas...los muslos...las caderas...la espalda...la nuca...los brazos...las manos...los dedos...respira lenta...tranquilamente.

Luego respira muy profundamente una vez, dos veces, tres veces.  Abre despacio los ojos, luego estírate y bosteza.  Ahora estás en condiciones de ponerte de pie poco a poco.  Y ya estás mucho más fresc@ y relajad@.


Relajación de Pie

La siguiente es una técnica simple y rápida que se puede practicar con regularidad y utilizarla cada vez que la necesites.  Párate con los pies un poco separados, bien apoyados en el piso.  Inspira profundamente, comprimiendo poco a poco la parte alta del cuerpo: levanta los hombros, estira tus brazos hacia abajo, cierra los puños, aprieta los maxilares, los párpados, frunce el entrecejo y la frente.  Quédate así, sin respirar, algunos segundos.  Luego espira profundamente, con la boca entreabierta, distendiendo la cara, los hombros, los brazos, las manos y los dedos.  Después de descansar un poco, vuelve a hacer el ejercicio.  Y si es necesario, hazlo otra vez.  ¿Sientes cómo te invade el bienestar?  Este estado de calma es ideal para dejar emerger tu imaginación y poner en práctica tus facultades de concentración.


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